Sopesando qué es aquello que
importa en el aula, tratamos de descubrirlo a través de la práctica que nos
plantea aquellas profesiones que serían imprescindibles para que la sociedad
siguiera adelante. Parece que la figura del artista quedase rezagada, que sea
prescindible para que el progreso se abra camino, y este tipo de conclusiones
van a aparecer repetidamente en la vida del artista, van a tratar de minar su
camino, que ya es bastante difícil de por sí. Se ha de cultivar y de resaltar
la motivación del alumno que se encuentra en esta situación, y esa capacidad es
la que marca la diferencia entre quien logra abrirse paso y quien no. El
artista tiene su lugar en la sociedad, y precisamente porque no todo el mundo
esté de acuerdo con eso, necesita mayor motivación: porque no sólo ha de
buscárselo, sino porque él mismo ha de crearlo.
miércoles, 26 de octubre de 2011
Las expectativas que se le plantean a los alumnos
El efecto Pigmalión. El mito, que
queda adaptado en distintas obras y películas, desde “My Fair Lady”, “La
Cenicienta”, “Vértigo” o “Jennie”, hasta “Pretty Woman”, tiene también su
reflejo psicológico en distintos ámbitos, como el social, laboral, y al que
nosotros nos concierne, el escolar.
A continuación, incluyo la
descripción.
miércoles, 19 de octubre de 2011
Presentaciones públicas
Se ha de tomar conciencia de lo
importante que es, ya se sea profesor o no, el saber hacer una exposición o
presentación en público. Trabajar las aptitudes relativas a este tema,
conocerlas y entrenarlas es una labor que nos facilitará mucho nuestro trabajo,
hasta el punto de llegar a ser primordial. Hay que contemplar los siguientes
elementos:
La comunicación no verbal. El
libro de Flora Davis ilustra muy bien a lo que nos referimos. Incluye todo lo
que tiene que ver con el cuerpo: la indumentaria, el lugar que se ocupa, la
mirada, etc.
La dicción. Distintas
características de la voz y del discurso oral, como la modulación, su
proyección, la velocidad, la adecuación de vocabulario. Saber utilizar recursos
como el silencio y el humor nos da puntos a nuestro favor.
La organización del discurso.
Segmentarlo y distribuirlo correctamente en tres partes: una presentación, el
desarrollo del tema en cuestión y tras un resumir o concluir, una despedida.
Yo he presentado el libro que estoy leyendo
actualmente: “El oficio de vivir”, de Cesare Pavese.
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